Día 1 de noviembre de 2010
Nuestros queridos compañeros han dado, por fin, señales de vida. Después de unos días en que pensábamos que se habían quedado en alguna isla paradisíaca del Atlántico, nos ha llegado un correo de la Cronista Oficial Mamen,
Perdona Begoña, pero esto es la carrera contra reloj, no tenemos tiempo ni pa » «.
Con este enunciado tan categórico empieza nuestra compañera su redacción.
Llegan a Salta sin novedad alguna y, acuciados por un hambre y una sed terribles, se introducen de lleno en la ajetreada vida salteña visitando el mercado tradicional. Allí se sacian de empanadas y cervezas, disponiéndose después a visitar, al más puro estilo “guiri”, las calles y monumentos de la ciudad.
Tras una excursión agotadora y un merecido refresco corporal en el hotel, se presentan a cenar en la peña boliche Los Balderrama, donde, para su asombro, se ven rodeados de excursiones del IMSERSO argentino y de grupos de “guiris” como ellos.
La explotación turística llega a las zonas más remotas. Pero ni aún así se amilana su espíritu y sus ganas de aventura.
Al día siguiente parten en coche hacia Humauaca y San Salvador de Jujuy; los paisajes los abruman por su inmensidad y su espectacularidad, como la Colina de Siete Colores de Pumahuaca. Pronto nos llegarán imágenes gráficas de estas excursiones.
A los viajeros les llama la atención, a la par que la grandiosidad de las tierras, la suma pobreza de sus habitantes y la férrea dignidad con la que sobrellevan su situación.
Hasta aquí, lo sabido. Después de esto unos van a cenar y, más tarde, otros se van a dormir.